La Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano Sostenible (SIPDUS) ha dado inicio al estudio para mejorar la vialidad en el puente Atirantado, una de las obras viales más emblemáticas pero también problemáticas de la capital hidalguense. Este análisis, que se espera concluir en diciembre de este año, tiene como objetivo principal abordar los problemas de circulación que afectan a esta importante vía.

Raúl Lozano Cano, subsecretario de la SIPDUS, explicó que el estudio abarca un radio de ocho kilómetros alrededor del puente para evaluar exhaustivamente la situación vial y proponer soluciones efectivas. El objetivo es resolver los problemas de tráfico que, desde su inauguración, han generado constantes quejas entre los usuarios de la súper vía Colosio, donde se encuentra el puente.

El puente Atirantado, cuya longitud es de 598 metros y que cuenta con dos cuerpos y tres carriles de circulación en cada sentido, se construyó durante la administración del exgobernador Omar Fayad. Aunque su estructura no presenta daños según la SIPDUS, hace un año se detectó un asentamiento en sus bases, situación que, aunque no comprometió la integridad del puente, fue tomada en cuenta para el actual proyecto de mejoría.

Inversión y plazos

La licitación de la obra, que estará a cargo del empresario Octavio Solís Cerón, contempla una inversión de 6 millones 293 mil 150 pesos. El proyecto deberá estar concluido para el 2 de diciembre de 2024, conforme a lo establecido en los plazos contractuales.

El puente Atirantado fue inaugurado el 4 de marzo de 2022 sin ceremonia oficial debido a la veda electoral por la revocación de mandato federal, limitándose a un recorrido realizado por Omar Fayad. La construcción, en la que se invirtieron 502 millones de pesos, ha sido objeto de controversia debido a los problemas viales y de seguridad que persisten en la zona.

Quejas y protestas ciudadanas

Uno de los problemas más graves asociados al puente Atirantado es la falta de un paso peatonal seguro en la Glorieta que se encuentra debajo de la estructura. Esta situación ha provocado un malestar significativo entre los residentes y transeúntes de la zona. En septiembre de 2023, un grupo de estudiantes bloqueó los carriles del puente en protesta por la inseguridad al cruzar los bulevares Colosio y Felipe Ángeles, que convergen en la glorieta.