El Congreso de Hidalgo avaló con 25 votos a favor y cinco en contra, la reforma constitucional que transfiere el mando de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Esta medida permitirá a la Guardia Nacional realizar labores de seguridad pública y promover la paz social bajo una estructura más sólida, según explicaron los legisladores durante la sesión.

El diputado José Luis Rodríguez Higareda, detalló que esta reforma busca reforzar la capacidad operativa de la Guardia Nacional, respetando los derechos humanos; y eliminar su carácter militar, lo que garantizaría un cuerpo de seguridad más eficiente.

Sin embargo, la propuesta generó divisiones en el pleno.

La diputada del Partido Acción Nacional (PAN), Margarita Claudia Luna, expresó su rechazo argumentando que implica una “militarización de las funciones de seguridad pública”.

Por el contrario, la legisladora de Nueva Alianza, Mónica Reyes Martínez, destacó que la reforma fortalecerá a las instituciones de seguridad y contribuirá a un México más seguro.

El debate también incluyó posturas críticas, como la de la diputada Montcerrat Hernández Pérez, del PRI, quien denunció que la percepción de inseguridad sigue creciendo y criticó que los congresos locales aprobaran la reforma sin una discusión a fondo.

Otros legisladores de Morena defendieron la iniciativa, subrayando que la Guardia Nacional no se militariza, sino que se fortalece para garantizar la seguridad ciudadana.