El asteroide Apophis: una colosal roca espacial se acercará a la Tierra en 2029
Por:
Jair Velazquez
11 de agosto de 2024, a las 15:41
Foto de: Asteroide Apophis
En un evento que será visible para unos 2,000 millones de personas en Europa Occidental y África, el asteroide Apophis, una roca espacial del tamaño de la Torre Eiffel, pasará peligrosamente cerca de la Tierra el viernes 13 de abril de 2029. Viajando a una velocidad 10 veces mayor que una bala, Apophis se convertirá en el primer asteroide de su tamaño en ser visible a simple vista, surcando el cielo como una estrella en movimiento.
A pesar de su proximidad, Apophis no impactará contra la Tierra, ni en nuestra vida ni en la de futuras generaciones. Sin embargo, su acercamiento —a menos de 30,000 kilómetros del planeta, una distancia menor que la de los satélites meteorológicos— ofrece una oportunidad única para la ciencia y para el estudio de los asteroides.
Un experimento cósmico y una oportunidad científica sin precedentes
Richard P. Binzel, profesor de ciencias planetarias del MIT, lo describe como un experimento que la naturaleza realiza cada varios miles de años. "Tenemos que descubrir cómo observarlo", señala. El sobrevuelo de Apophis será una ocasión invaluable para estudiar la actividad sísmica en un asteroide, algo que hasta ahora solo ha sido posible teorizar.
Cuando dos objetos se acercan en el espacio, ejercen fuerzas gravitacionales mutuas. Así como la Luna genera mareas en la Tierra, la gravedad terrestre podría desencadenar "miniterremotos" en Apophis, revelando detalles sobre la estructura interna de la roca espacial. Comprender estos efectos podría ser crucial para desarrollar estrategias de defensa planetaria contra posibles futuras amenazas de asteroides.
Apophis: de amenaza a objeto de estudio
Descubierto en 2004, Apophis causó un gran revuelo cuando los científicos calcularon que había un 2.7% de posibilidades de que impactara la Tierra en 2029. Este riesgo potencial le valió su nombre, inspirado en Apofis, el dios serpentino egipcio de la oscuridad y el caos. Sin embargo, en marzo de 2021, nuevas observaciones permitieron a los científicos descartar cualquier posibilidad de colisión en los próximos 100 años, eliminando al asteroide de la Tabla de Riesgo de Impacto Sentry de la NASA.
Aun así, la ciencia tiene un reto pendiente: estudiar Apophis en detalle antes, durante y después de su máxima aproximación a la Tierra. Jason Kalirai, del Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins, advierte que "nos estamos quedando sin tiempo" para desarrollar misiones espaciales que permitan un análisis exhaustivo de este coloso cósmico.
La carrera contra el tiempo: preparar misiones para Apophis
A medida que se acerca la fecha del sobrevuelo, científicos de todo el mundo han presentado propuestas para misiones que estudien a Apophis. Hasta ahora, solo una misión está confirmada y financiada: OSIRIS-APEX, de la NASA, que redirigirá una nave espacial existente para analizar el asteroide tras su máximo acercamiento. Esta misión utilizará imágenes de alta resolución para observar cómo la gravedad terrestre afecta a Apophis y podría incluso levantar polvo en su superficie para estudiar su resistencia.
Sin embargo, los recursos son limitados. "Si no hay dinero, no hay Bruce Willis", dijo Binzel, en referencia a la necesidad de financiamiento para misiones espaciales que puedan desentrañar los misterios de Apophis.
La Agencia Espacial Europea (ESA) está avanzando con su Misión Rápida Apofis para la Seguridad Espacial (Ramses), que utilizará tecnología de la misión Hera para estudiar cómo la gravedad terrestre altera la rotación de Apophis. Sin embargo, esta misión aún espera la aprobación final de financiamiento.
Un llamado a la responsabilidad global
La posibilidad de una colisión catastrófica con un asteroide es baja, pero no inexistente. Bruce Betts, científico jefe de la Sociedad Planetaria, subraya que las colisiones de asteroides, a diferencia de otras catástrofes naturales, son evitables si se dispone de las herramientas necesarias para seguir la pista de estos objetos y actuar en defensa propia.
"Se trata simplemente de una responsabilidad sensata", concluye Binzel, señalando que la exploración y preparación ante amenazas cósmicas debe ser una prioridad global. La observación de Apophis en 2029 podría ser un paso decisivo para garantizar la seguridad de nuestro planeta en el futuro.