En una conferencia de prensa celebrada este miércoles, el presidente Andrés Manuel López Obrador desestimó las acusaciones de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad en el sexenio de Felipe Calderón, quien desde prisión ha señalado al mandatario mexicano de tener vínculos con cárteles del narcotráfico. García Luna, actualmente condenado en Estados Unidos por narcotráfico, hizo estas acusaciones en una carta enviada desde su celda, a la espera de su sentencia programada para el 9 de octubre en una corte de Nueva York.

Rechazo a las acusaciones

López Obrador respondió contundentemente a las acusaciones de García Luna, afirmando que el exfuncionario debe presentar pruebas concretas de sus afirmaciones. “Es muy sencillo: que presente las pruebas”, declaró el presidente, subrayando que la carta es parte de una estrategia desesperada de sus opositores para desacreditarlo a él y a su movimiento de transformación. Según López Obrador, García Luna, con una extensa carrera en inteligencia y espionaje, debería tener acceso a las pruebas que afirma existen, ya que fue un alto funcionario del gobierno que lo supervisaba en el pasado.

“Escribe que hay pruebas, hay videos, hay llamadas, hay audios. Es muy sencillo, que los dé a conocer. Él tiene todo”, afirmó el mandatario, recordando que García Luna tenía la responsabilidad de recolectar y manejar información sensible durante su carrera, lo que le permitiría tener evidencias si realmente existiesen.

Sugerencias y críticas

López Obrador sugirió que García Luna recurra a “sus amigos de la DEA” o a los medios de comunicación que previamente investigaron presuntas donaciones del narcotráfico a la campaña presidencial de López Obrador, investigaciones que fueron cerradas por falta de elementos. El presidente también criticó a García Luna por utilizar la carta para manifestarse en contra de la reforma judicial, comparando esta posición con la de otros críticos de la reforma, como el ex presidente Ernesto Zedillo.

El presidente cuestionó por qué Felipe Calderón, quien según García Luna sería inocente, no defiende al exsecretario. Además, señaló que aquellos que lo premiaron, como la Embajada de Estados Unidos, la DEA, y otros organismos, también deberían responder a las acusaciones.

Comparación de violencia y respuesta del gobierno

Sobre la violencia reciente en Sinaloa, López Obrador reiteró que su gobierno y las fuerzas armadas están comprometidos con la protección de la población y la prevención de enfrentamientos entre grupos criminales. Criticó a sus opositores por magnificar los incidentes en Sinaloa con el fin de desacreditar a su administración y generar alarma en la población.

El presidente comparó la violencia en Sinaloa con la de Guanajuato, señalando que en el período del 6 al 17 de septiembre, Sinaloa registró 40 homicidios mientras que Guanajuato tuvo 102. Según López Obrador, la cobertura mediática de los incidentes en Sinaloa está cargada de sensacionalismo y propaganda destinada a inducir miedo.

López Obrador aprovechó la oportunidad para tranquilizar a los ciudadanos de Sinaloa, asegurando que el gobierno sigue de cerca la situación y que las fuerzas armadas están trabajando para proteger a la población y evitar conflictos entre grupos criminales. “Estamos actuando de manera profesional, responsable”, afirmó, y expresó su esperanza de que la situación en Sinaloa se normalice gradualmente.