Exhibe Greenpeace a Shein por uso de sustancias químicas peligrosas en sus productos
Greenpeace acusó al gigante de la moda SHEIN del uso en sus productos de sustancias químicas peligrosas y con ello infringir la normativa europea que regula esto.
“Greenpeace pide a la UE que haga cumplir sus leyes sobre productos químicos peligrosos, que son un requisito básico para lograr una economía textil circular y el fin de la moda rápida, como se establece en la popia Estrategia Textil de la UE”, declaró Celia Ojeda, responsable de biodiversidad de la ONG.
De acuerdo con el informe publicado este miércoles, encabezado por Greenpeace Alemania, afirma que siete de un total de 47 productos textiles de SHEIN analizados (es decir, un 15 %) contienen sustancias químicas en límites superiores a los permitidos a nivel comunitario.
Cinco de los productos superaban además, los límites de concentración de sustancias químicas en más de un 100 %, mientras que quince contenían sustancias a niveles preocupantes, es decir, por encima del 32 % que marca el certificado OEKO TEx.
Esto pone en riesgo la salud y el medioambiente, advirtió la ONG.
Los artículos -prenda y calzado para hombres, mujeres, niños y bebés- fueron adquiridos a través de las páginas web de SHEIN en España, Alemania, Austria, Italia y Suiza, así como a través de una tienda en Múnich, al sur de Alemania.
Greenpeace advirtió que en particular los ftalatos están presentes en niveles muy altos en los zapatos, así como los formaldehídos en las prendas infantiles.
En particular los ftalatos están presentes en niveles muy altos en los zapatos, así como los formaldehídos en las prendas infantiles.
Por ello, la ONG advirtió que esto demuestra una actitud negligente de SHEIN respecto a los riesgos ambientales y la salud humana asociada con el uso de sustancias químicas peligrosas “cuando estos entran en conflicto con su propio beneficio económico”.
Asimismo, refirió que estas sustancias peligrosas constituyen la base de la moda ultrarrápida de la firma.
Greenpeace denunció que el gigante textil no solo pone en peligro la salud de los consumidores, sino también la de trabajadores y proveedores de sus fábricas.