En un espectáculo natural de proporciones asombrosas, la explosión de un volcán submarino ha desencadenado el surgimiento de una nueva isla frente a las costas de Iwoto, en el archipiélago que conforma Japón. Desde el inicio de las erupciones el pasado 21 de octubre, magma y cenizas volcánicas han trabajado incansablemente para moldear una pequeña masa de piedra, que en la actualidad ha alcanzado un diámetro de 100 metros.

El vulcanólogo Setsuya Nakada, en declaraciones al diario The Japan Times, explicó el proceso inicial de la erupción: “En una primera etapa, una erupción de color negro expulsó escombros formados por magma solidificado y agua. Desde el 3 de noviembre, la erupción comenzó a cambiar, pero la expulsión de cenizas siguió siendo explosiva”.

Este fenómeno extraordinario es el resultado de la intensa actividad volcánica que caracteriza a la región, conocida como el Cinturón de Fuego del Pacífico. El archipiélago japonés, compuesto por 14,126 islas e islotes, ha sido moldeado a lo largo de eones por la constante actividad volcánica.

UN FENÓMENO QUE PUEDE SER TEMPORAL

A pesar del impacto visual y geológico que representan estas nuevas islas volcánicas, no todas perduran en el tiempo debido a la erosión. Ejemplos de ello se encuentran en islotes formados en los años 1904, 1914 y 1986, los cuales desaparecieron en relativamente poco tiempo. El más reciente, formado en 2021 a pocos kilómetros de este nuevo sitio de nacimiento, enfrenta también el desafío de la erosión y su posible duración en el tiempo.

Nakada señala que la permanencia de estas formaciones está intrínsecamente ligada a la cantidad de lava disponible. «Las zonas que no tienen suficiente lava podrían desaparecer. Así que si sale más lava y cubre el área, pienso que esas superficies podrían permanecer como islas para siempre», detalló el experto.

Este evento geológico excepcional no solo añade una nueva joya al patrimonio natural de Japón, sino que también proporciona a científicos y expertos en vulcanología una oportunidad única para estudiar la formación y evolución de islas volcánicas en tiempo real. La comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo de este fenómeno, consciente de la riqueza científica y geológica que puede aportar a nuestra comprensión del mundo que habitamos.