Tecnologías para la Salud, alerta COVID: Por Eduardo Rivera Santamaría
Hace mas de dos años que el mundo se vio atacado por la pandemia del SARS CoV2 (Covid 19), este “bicho” que nos dicen se genera en Wuhan China en el último tramo del 2019 y que llegó a occidente en los primeros meses del 2020, en donde no teníamos la mínima idea de cómo nos iba a afectar.
Hemos sido testigos, de cómo nuestros amigos, nuestra familia ha enfermado, una o más veces. Muchos, afortunadamente, se han recuperado. Otros, desafortunadamente, no tuvieron la misma suerte.
Pero, a más de dos años, que el virus empezó a ser de las suyas, a más de dos años que la economía se frenó, es más que nuestra propia vida se puso en pausa, ¿cómo se ha combatido la propagación del virus en donde, nos dicen, inició?
Hoy en día el COVID19 ha contagiado a 582 millones de personas, causando la muerte de casi 6 millones y medio de ellas.
Según los datos oficiales, China ocupa el lugar 110 de 230 países donde se ha propagado la enfermedad.
Parece ser, que el país asiático se “ha puesto las pilas”, con medidas drásticas para tratar de evitar la propagación descontrolada del virus. Cómo lo han logrado.
Primero, con una férrea disciplina de los ciudadanos que han entendido que la salud es vital para su economía y para su seguridad nacional. La estrategia que se destaca viene de la mano de la tecnología, que ha jugado un papel trascendental en este sentido.
El país asiático, ha insertado una serie de aplicaciones en los teléfonos celulares de ciudadanos y residentes que les permite a nivel nacional y estatal, llevar un control pormenorizado con actualizaciones cada 48 horas. de cómo se comporta el virus, no solo en el país, sino en el cuerpo de todos los usuarios de “Smartphones”
Estas aplicaciones, registran los datos generales del usuario, tales como nombre, edad, dirección y se vincula con los organismos de salud del país, para que cada vez que se realice una prueba PCR se alimente la aplicación y se tenga una semaforización detallada.
Cómo funciona, cada 48 horas, el gobierno de China exige y realiza de forma gratuita una prueba PCR a todos sus ciudadanos y residentes para detectar la presencia o no del virus.
Esta información se captura inmediatamente y se traslada a la app de los teléfonos inteligentes y donde a partir de este momento se actualiza el estatus del semáforo epidemiológico personal, ya se en color verde (libre de virus), amarillo (que persiste la duda), o rojo (contagiado).
Actualizada la app, el usuario revisa su resultado, al tiempo que le indica que cuenta con dos días para retomar la prueba.
¿Pero que pasa si no se realiza la prueba? Pues es aquí, donde la app funciona como pasaporte de ingreso a Centros comerciales, cines, tiendas de autoservicio, transporte público, eventos, etc. Ya que es obligatorio el escaneo del código QR para poder ingresar a cualquier lugar público del país, funcionando como un autentico filtro de seguridad sanitaria.
Del mismo modo, gracias a la georreferenciación, si la app detecta que has convivido con alguien que presenta semáforo rojo, a pesar de tu prueba negativa, cambia tu estatus a “amarillo” obligando un aislamiento de 14 días y por supuesto a la realización de las respectivas pruebas nasofaríngeas.
Con estas medidas, vemos claramente, como el uso de la tecnología sirve para crear una robusta barrera de prevención del virus, posiblemente muy estrictas para lo que estamos acostumbrados en nuestro país, pero sin duda con resultados que a esta fecha ponen a China en el lugar 110 del ranking mundial con únicamente 229 mil infectados, con una población de mas de 1,400 millones de personas, según datos del worldmeter.
Sin duda, podemos estar de acuerdo o no con la rudeza de las medidas sanitarias, pero lo que no podemos juzgar es que el uso de las tecnologías de la información ha logrado mitigar el virus en el gigante de Asia.
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Eduardo Rivera Santamaria
eduardoriverasantamaria.com