La salud mental en México.
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La salud mental en México.
Estimados lectores, en los últimos años, la conciencia sobre la importancia de la salud mental ha ido en aumento. Sin embargo, aún enfrentamos desafíos significativos en la forma en que se aborda este tema y no debería ser considerada como algo secundario o un lujo, sino como una prioridad fundamental en nuestra sociedad. En esta columna, quiero resaltar la necesidad de poner la salud mental en el centro de nuestras preocupaciones y acciones, tanto a nivel individual como colectivo.
Considero que la mayoría tenemos claro, que es un componente esencial de nuestro bienestar general. Todos, en algún momento de nuestras vidas, podemos enfrentar desafíos emocionales y mentales que requieren atención y apoyo. Sin embargo, a menudo minimizamos la importancia de cuidar nuestra salud mental y la relegamos a un segundo o tercer plano. Esta actitud tiene consecuencias perjudiciales, tanto para los individuos como para la sociedad en su conjunto.
El tema de la salud mental, es de gran importancia no sólo en México, sino en el mundo, ya que afecta a un gran número de personas sin distingo alguno. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se define como “un estado de bienestar, en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar productivamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”. Sin embargo, en el caso de México, muchas personas sufren de problemas de salud mental, lo que afecta su calidad de vida y bienestar.
Sin duda nos enfrentamos a desafíos significativos, incluyendo la alta prevalencia de trastornos, las barreras para acceder a servicios de salud mental y la estigmatización social. Es fundamental abordar estos problemas de manera integral, implementando políticas públicas que promuevan la conciencia, la educación y la disponibilidad de servicios de calidad. Además, se requiere una mayor inversión en recursos humanos y financieros para fortalecer la infraestructura de salud mental en el país.
Desde mi punto de vista, uno de los mayores obstáculos para abordar la salud mental es el estigma social que la rodea. A menudo, las personas que luchan contra este problema son juzgadas y enfrentan discriminación, lo que dificulta su búsqueda de ayuda. Es hora de romper este estigma y fomentar un entorno en el que se sientan seguros y apoyados para hablar abiertamente sobre sus experiencias y buscar el tratamiento adecuado.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 16.8% de los mexicanos mayores de 18 años sufren algún trastorno mental. Además, el 4.2% de la población ha tenido pensamientos suicidas en algún momento de su vida.
En 2021, las estadísticas de mortalidad reportaron que, del total de fallecimientos en el país, 8 351 fueron por lesiones autoinfligidas. Esto representa una tasa de suicidio de 6.5 por cada 100 mil habitantes.
Entre los trastornos mentales más comunes en México se encuentran la depresión y la ansiedad. Según la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica (ENEP), el 32.5 % de los mexicanos mayores de 18 años han sufrido depresión en algún momento de su vida, mientras que el 28.6% han sufrido algún trastorno de ansiedad.
Otro problema importante es la falta de acceso a servicios de salud mental. Según datos del INEGI, solo el 28.3% de las personas con algún trastorno mental reciben tratamiento, además, que muchas personas no buscan ayuda.
De acuerdo a los expertos en la materia, entre las causas más comunes de los problemas de salud mental en México se encuentran el estrés, la violencia, la pobreza y la falta de acceso a servicios de salud especializada. La violencia en particular es un problema grave en México, y puede contribuir a problemas de salud mental como el trastorno de estrés postraumático.
Además, la falta de acceso a servicios de salud mental puede ser un obstáculo importante para muchas personas que necesitan ayuda. En México, hay una escasez de profesionales de la salud mental, y los servicios a menudo son inadecuados o inaccesibles para muchas personas.
Existen diferentes tipos de tratamiento para los trastornos mentales, incluyendo terapia psicológica y psiquiátrica, así como medicamentos. Sin embargo, es importante que los tratamientos sean adecuados y personalizados para cada situación.
La prevención es fundamental en el cuidado de la salud mental. Debemos enfocarnos en la promoción de estilos de vida saludables, la reducción del estrés y la creación de entornos de trabajo y educativos que fomenten el bienestar emocional. Además, es esencial invertir en programas de educación sobre este problema en escuelas y nuestras comunidades, para crear conciencia desde temprana edad y así, proporcionar herramientas para hacer frente a los desafíos emocionales.
Sin lugar a dudas, necesitamos líderes políticos comprometidos, que asignen recursos adecuados a los servicios de salud mental, promoviendo la creación de centros de atención accesibles y de calidad. Asimismo, las empresas y organizaciones deben reconocer la importancia de apoyar a sus empleados, implementando políticas y programas que promuevan un entorno de trabajo saludable.
Es hora de dejar atrás el estigma, invertir en prevención y educación, y garantizar el acceso equitativo a servicios de calidad. Todos tenemos un papel que desempeñar en este desafío. Juntos, podemos construir una sociedad que valore y cuide la salud mental, fomentando el bienestar y la resiliencia en todos sus miembros.
Hasta la próxima…
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